La salud mental y la justicia social son inseparables – Declaración ética frente a lo que ocurre en Gaza

Documento de posición

Nuestro documento de posición se dirige a los miembros de la comunidad de salud mental y bienestar en Israel, y a nuestros representantes en las asociaciones profesionales, a todos aquellos que permanecen en silencio ante la destrucción, el hambre y la guerra de exterminio continua en Gaza.

Frente al temor de adoptar una posición política, hay que decir con voz clara: ¡el silencio también es en sí mismo una acción política!

Este documento llama a romper el silencio y actuar según los códigos éticos que constituyen el núcleo de nuestro trabajo.

Los eventos del 7.10.23 conmocionaron fuertemente  a la comunidad en Israel. El encuentro con la crueldad y violencia sin límites sacudió nuestro mundo. La comunidad de salud mental y bienestar que opera en Israel también fue hondamente  herida ese terrible día. Algunos de nosotros fuimos afectados también de manera personal y familiar. Por eso, también nosotros como profesionales, estamos expuestos a sentimientos difíciles que experimentan las víctimas de trauma: deseo de venganza, ira, daño en la percepción del yo, en la percepción del mundo y socavamiento de valores fundamentales como seres humanos.

Aun asi, nuestro compromiso profesional nos exige contemplar lo que sucede desde un pensamiento y una visión amplia, y ofrecer una alternativa al instinto de venganza. Nuestro compromiso nos exige ser conscientes de cómo nuestra identidad personal y social influye en nuestro juicio y nuestro funcionamiento profesional. Debemos separarnos de la posición de víctima colectiva, estar alertas a nuestra herida moral colectiva y a nuestras partes perjudiciadas.

Los códigos éticos de las profesiones de salud mental y de bienestar

Cuando la guerra sirve como herramienta política, el silencio de los profesionales de salud mental es imperdonable. Este es el momento en que nuestros códigos éticos nos obligan a no ocuparnos solo de consideraciones particulares, sino a reconocer el gran conflicto ético que se presenta ante nosotros.

El código ético de los psicólogos en Israel establece que el propósito de la profesión es "promover el bienestar mental… y minimizar el sufrimiento" del paciente, y enfatiza el "compromiso social" de los profesionales de actuar por el bienestar de los seres humanos y la comunidad. Este compromiso no distingue entre persona y persona y no debe detenerse en la frontera.

El código ético de los trabajadores sociales define la promoción del bienestar y la igualdad como el propósito de la profesión. Llama explícitamente a actuar "para promover la justicia social" y luchar contra "la discriminación y otras formas de injusticia". También nos obliga a actuar "para asegurar que toda persona tenga acceso a los recursos, servicios y oportunidades que necesita".

Los arteterapeutas  están comprometidos con "el cuidado y compromiso por el bienestar de todo paciente, sin distinción de raza, sexo, religión, nacionalidad u origen".

Como prueba, la Federación internacional de trabajadores sociales (IFSW) reprendió a la Asociación israelí de trabajadores sociales por no actuar en favor de la paz, y enfatizó que los trabajadores sociales están obligados a actuar en favor de los derechos humanos como parte de su trabajo profesional.

Los testimonios se niegan a callar, la psique se colapsa

Los testimonios presentados a continuación, de palestinas y palestinos en el terreno, iluminan la escala inconcebible del sufrimiento humano y la angustia mental, y enfatizan la necesidad urgente de acción.

Sabrin al-Masaani, psicoterapeuta de MSF (Médicos Sin Fronteras): "Esta vez no quiero hacer las maletas. Sin bolsas, sin documentos, nada. No sé por qué – quizás mi pensamiento está equivocado, pero simplemente no puedo procesar mentalmente la idea de dejar la casa otra vez… estamos en estado de alerta constante; podemos recibir aviso de evacuar en cualquier momento. No podemos dormir por la noche cuando pensamos que podríamos ser los proximos".

Dr. Mohamed Kashta, médico de MSF: "El estado de emergencia en el hospital Nasser fue catastrófico: recibimos muchos cuerpos y partes de cuerpos, la mayoría de niños y mujeres. Los cuerpos estaban por todas partes en la sala de emergencias, en confusión total… En ese momento, cada uno rezó a Dios para que ninguno de sus seres queridos estuviera entre los muertos y heridos. La situación era muy tensa, y los médicos en la sala de emergencias cayeron y se derrumbaron. Lloraron debido a las dificultades de la situación y su intensidad".

Edward Anton, conductor de MSF: "…fui al lugar desde donde escuchamos los disparos. Encontré a mi madre herida. Pregunté si podía escucharme o hablar conmigo. Y entonces murió en mis brazos".

Dra. Samah Jaber, psiquiatra palestina: "Las personas sufren de angustia, no de depresión. Por eso no necesitan tratamiento, necesitan mejores circunstancias de vida".

¡Primero, no hacer daño!

El principio ético central en nuestras profesiones es evitar el daño. El código de psicólogos establece que debemos hacer "todo lo posible para evitar dañar a nuestros clientes", mientras que el código ético de la APA obliga a "respetar y proteger los derechos humanos y civiles, y no participar u ocultar prácticas discriminatorias".

La guerra causa daño directo y sin precedentes. Crea angustia mental, ansiedad existencial y patrones traumáticos masivos. La guerra actual estalló sobre el trasfondo de años de bloqueo prolongado con consecuencias devastadoras en todos los ámbitos de la vida. "El bloqueo es como una gota de tinta en un charco de agua, se extiende y se filtra por todas partes y toca todo" (Nidaa Mortaja, psicóloga, Gaza).

El silencio ante esta realidad constituye complicidad pasiva con la continuación del sufrimiento.

Hassan Ziadah, psicólogo del programa de Gaza para la salud mental: "Cuando hablamos de la depresión que experimentan los residentes de Gaza, no se puede referir al término 'depresión' en el sentido clásico, aceptado. La depresión palestina es diferente. La sociedad en Gaza se encuentra en un nivel alto de presión y trauma continuo. El bloqueo y las restricciones de movimiento de Israel sobre Gaza afectan a todos, sin excepción. El sentimiento prevaleciente entre la población en la franja es de desesperanza e impotencia, y esta situación no surgió de la nada. Se trata de un proceso planificado destinado a aumentar el sentimiento de impotencia y así debilitar la resistencia del individuo y de la sociedad en Gaza".

Dra. Samah Jaber: "El desarrollo de la estructura del PTSD vino de las experiencias de soldados que hacen su trabajo y regresan a la seguridad de sus hogares. Todavía sienten una amenaza que no es realidad… Esta estructura no funciona para los residentes de Gaza, ya que la amenaza sigue siendo muy real; abarca cada aspecto de sus vidas".

Guardar silencio ante esta realidad es una actitud de  complicidad pasiva con la continuación del sufrimiento. Es nuestro deber, como profesionales, reconocer esta dura realidad, porque, como explica la Dra. Jaber, "da validez a la experiencia palestina, nos dice que somos vistos y que nuestro dolor se siente".

En un lugar y en tiempos donde la amenaza es tangible y cotidiana, en ausencia de seguridad existencial básica – en la realidad de asesinatos, hambre, destrucción de casas e infraestructuras, y desplazamientos repetidos – nuestras herramientas como terapeutas de salud mental pierden casi completamente su significado, y sin embargo no debemos caer en la inacción y la impotencia. Tenemos formas de acción a nuestra disposición.

En este momento el silencio es un fallo ético

Una perspectiva histórica puede ayudarnos en este momento y darnos una mirada más allá de la realidad bélica y sangrienta. Una realidad que ataca el cuerpo, la mente y el pensamiento. Por eso proponemos pensar en otros períodos, o en otros lugares, donde ocurrió un conflicto bélico sangriento en el que muchos inocentes fueron dañados por las acciones de su estado. Pensemos en las personas de tratamiento y bienestar en esos lugares: ¿cuál es nuestra expectativa ética cuando pensamos en las terapeutas de salud mental en esas regiones? ¿Qué sentimos hacia profesionales como nosotros que callaron ante las injusticias cometidas por su pueblo? Y por el contrario, hacia aquellos que alzaron la voz, incluso al precio de riesgo profesional e incluso peligro de vida? ¿Cómo los juzga la historia a través de las generaciones?

Llamado a la acción

La realidad en Gaza nos obliga a reconocer que no hay soluciones terapéuticas para una situación de sufrimiento continuo y total, y que en lugar de tratamiento, las personas allí necesitan "mejores circunstancias de vida" en palabras de la Dra. Samah Jaber. En este contexto, una declaración clara contra las acciones de Israel en Gaza tiene potencial significativo para detener el daño continuo a la población inocente.

Llamamos a todos los profesionales de salud mental en Israel y en el mundo:

Hagan oír su voz contra los asesinatos y el hambre en Gaza. La mejor medicina para el trauma colectivo es la solidaridad.

Presionen por un alto de fuego inmediato. Esta es la condición básica y más necesaria para prevenir más sufrimiento mental.

Denuncien el silencio de las instituciones profesionales y recuérdenles su compromiso ético de actuar por la justicia e igualdad, sin distinción de religión, raza y nacionalidad.

Recuerden su compromiso básico: no solo tratar la mente, sino protegerla.

¡No callen más!

Nuestra responsabilidad como comunidad profesional

Nuestro compromiso ético no se limita a la clínica. Nos obliga a luchar por la humanidad, por el bienestar mental y por la justicia, a veces incluso contra la oposición de nuestros grupos de pertenencia.

Como dice Levinas, nuestra responsabilidad infinita es hacia el otro, antes del compromiso con cualquier ley o institución social.

Nuestra práctica no está desconectada del contexto social y político. Nuestras vidas en Israel y las vidas de los residentes de Gaza son vasos comunicantes: no podremos vivir aquí en paz y salud mental mientras al otro lado de la frontera se mantiene sufrimiento físico y mental indescriptible. Nuestro compromiso ético y moral de actuar es también hacia nuestra sociedad, hacia los contextos de vida de nuestros pacientes.

Quiten vuestras manos de los ojos, de los oídos y de la boca:

El mismo hecho de que hayan leído este documento ahora, quizás demuestra que el tema toca vuestros corazones. Los alentamos a abrir los ojos. Observen – aprendan y entiendan lo que ocurre en Gaza (no se contenten con los canales de comunicación principales tendenciosos  en Israel, existen fuentes de información independientes y mucho más confiables en el país y en el extranjero). Hablen – no callen en sus lugares de trabajo y en sus espacios profesionales. Compartan el desastre de nuestras acciones que afecta a la población civil en Gaza. Únanse a iniciativas existentes y hagan oír la importante voz, tanto profesional como  ética, del profesional  de servicios de bienestar y de salud mental.

Estais invitados a ver una conversación filmada relacionada con este documento en esta publicación.

Los invitamos a contactarnos aquí.